Cocina con Sylvia. Hoy: Rodajas de Calabacín con Queso y Tomate

¡¡ME ENCANTA COCINAR!!

No hay nada mejor que disponer de tiempo para poder dedicarlo a preparar los platos que te gustan, lo malo es cuando no dispones de ese tiempo o cuando los que tienes en casa no saben apreciar tus esfuerzos por agradarles.

Provengo de una familia a la que le gusta cocinar y que cocina bien por no decir muy bien.

Mi bisabuela lo hacía al parecer de lujo y mi abuela, ¡¡ni os cuento!!. Aprendió de ella.

Mi madre cocina ¡¡de muerte!!; también ha sacado ese don heredado de mi abuela.

Y yo que me casé sin saber ni freír un huevo y que una vez instalada en mi casa le pedí las recetas por teléfono a mi madre (¡¡uppss!!), también creo que he sacado "la mano" que tiene ella para la cocina.

(Aunque todavía no la llego ni a la suela de los zapatos).

Recuerdo que se tiraba de los pelos porque me decía que debería darme vergüenza ir a casarme y no saber hacer nada pero yo estaba muuuy tranquila porque dentro de mí sabía que no iba a tener problemas a la hora de ponerme a guisar.

Había visto siempre cómo lo hacía  y me había fijado; no era tan difícil.

Si llego a saber lo poco agradecido que iba a ser esto, a buenas horas hago tanto caso a mi madre.

Qué educación esta tan arcaica la de enseñar sólo a las hijas a ser buenas cocineras, buenas amas de casa, buenas esposas y encima TAMBIEN, trabajadoras dentro y  fuera del hogar. ¿Y qué pasa con ellos? Si quieres saber de qué forma se instruía a la mujer antiguamente para tales menesteres, echa un vistazo a:
Manual de la Buena Esposa de 1956 ←Enlace.   

¡¡SIN PALABRAS SE QUEDA UN@!!  :(
Menos mal que con los años  vas abriendo los ojos y te das cuenta que el príncipe con el que te casaste no es tan azul como parecía y que merece que le entregues lo mismo que recibes de su parte ¿o no piensas igual?

Bueno, que me desvío del tema. Jajaja.

La primera vez que me atreví a cocinar hice unas lentejas.
Con un cuaderno y un boli en mano, cogí el teléfono y le pedí a mi madre que me dictase los ingredientes y la forma de hacerlas.

Lógicamente, aproveché para que me diese la receta de las judías, el cocido y alguna que otra más.

Al día siguiente compré los ingredientes.

Previamente claro, la tarde anterior las había metido en agua porque eso sí, recuerdo tener un paquete de lentejas, uno de garbanzos y otro de judías.

Las hice en la olla expres y de sabor salieron divinas para ser las primeras aunque quizás un pelín sosas,  pero se me fue la mano con el agua y salieron caldosas. Aquello no espesaba por más que lo intentara...

Lo más gracioso fue que mi señor marido que no tenía ni idea de cocinar ni tampoco intención de hacerlo, se permitió el lujo de decirme una serie de cosas que hoy por hoy no se atrevería a decir y claro, me sentó fatal. Jajaja.

¡¡Lo que son las cosas!!

Lo siguiente que cociné fueron unas judías blancas y esas ya me salieron genial.

Buen color, bien de cocción y un caldito espeso que mojadito con pan estaba divino. Se puso las botas, jeje.

Ya empecé a cogerle el tino a la olla expres y a partir de ahí todo fue coser y cantar. Me atreví con un estofado, con unas albóndigas, pollo asado en el horno, etc, etc.

La verdad es que poniéndole interés y cariño todo sale. (Sobre todo interés)

El/la que dice que no sabe cocinar o que no le sale nunca nada es porque no se esfuerza en que así sea. ¡¡Alguna vez tiene que salir digo yo!!. Eso es lo que pienso.

Con el tiempo me fui atreviendo con más cosas y con Internet, como tenía todo más a mano fui consultando cómo podría trabajar algunos alimentos. Las recetas que me gustaban pero no así los ingredientes que llevaban, las fui modificando a mi antojo.

En otras ocasiones he llegado a improvisar y crear mis propias recetas. La verdad es que me han salido cosas muy ricas. :)

Quizás ya estén inventadas pero ni me las ha enseñado mi madre ni las he mirado en ningún libro, programa de tv o página web.

Para empezar este espacio de "COCINA CON SYLVIA", os voy a explicar una receta muy sencilla que se me ocurrió el otro día.

A mi hija de pequeña le encantaban el pescado y la verdura.

Era la envidia de todas las madres pues a los niños de pequeños no les suelen gustar estos alimentos y yo no tenía ese problema, pero a medida que fue haciéndose mayor y más consciente de las cosas, fue viendo cómo su padre no comía nada de verdura y pescado y entonces para mi desgracia empezó a imitarle y a negarse a comerlos.

Como no puedes permitir que tus hijos dejen de tener una alimentación equilibrada, te las tienes que ingeniar como sea y prepararles platos atractivos a su paladar, es decir, darles lo mismo pero con sabores diferentes. Así que empecé a ver de qué manera podía cocinar estos alimentos de forma que a ella le atrajesen más.

Y he aquí estos calabacines que de seguro os encantarán a todos porque son muy fáciles de preparar y ricos de comer.

CALABACINES O BERENJENAS CON QUESO Y TOMATE

INGREDIENTES para 3 personas:

-1 Calabacín grandote o 2 berenjenas. (Salen dos bandejas de horno)

-Lonchas de queso.Yo uso queso LARSA (podéis ver qué queso es si pincháis sobre el nombre). Para mí, el mejor a la hora de fundir. También podéis usar Entrepinares (pincha) Semicurado de Mercadona o cualquier otro más fuerte o suave. Eso va en gustos.

-Tomate frito casero o de brik.

-Aceite de oliva.

PREPARACIÓN CON EL CALABACÍN:

-Precalentamos el horno a 180º.

-Lavamos y cortamos el calabacín en rodajas finas.

-Sobre la bandeja del horno ponemos papel aluminio y con un pincel lo untamos de aceite.

Papel aluminio, aceite y calabacín

-Extendemos las rodajas de calabacín sobre la bandeja y ponemos el tomate por encima.

Extendemos el tomate por encima del calabacín

-Cuando todas las rodajas estén cubiertas de tomate partimos cada loncha de queso en 9 trozos más o menos iguales y los vamos poniendo sobre cada rodaja de calabacín.

Procura que los trozos de queso no sean mayores que las rodajas de calabacín

-Lo metemos en el horno y dejamos unos 15 minutos(aprox) o hasta que veamos que el queso empieza a dorarse y el calabacín esté tierno.

-Sacar la bandeja del horno con cuidado de no quemarnos y emplatar.

¡¡Buen Provecho!!

*TRUQUICONSEJOS: Para ver si el calabacín está en su punto, parte la rodaja con un cuchillo por la zona verde. Si no ofrece resistencia, está en su punto.

Te recomiendo que no seas muy generoso con el queso porque a la hora de fundirse se saldrá por los lados  y se quedará pegado al papel aluminio. Luego no podrás desprenderlo para servirlo en el plato y el calabacín se quedará sólo con el tomate.

Puedes rellenar la rodaja  de cualquier cosa que se te ocurra. 
Yo te dejo la receta sencilla y rápida de hacer para cuando vas justo de tiempo y si quieres sacar un plato más elaborado sólo tienes que dejar volar tu imaginación y utilizar otros ingredientes como: tomatitos Cherry en láminas caramelizados, por ejemplo, con carne picada y queso rallado por encima, alternar el calabacín con queso y rodajas de tomate natural...

PREPARACIÓN CON LA BERENJENA:

La berenjena cunde menos que el calabacín, por eso hay que cortar en rodajas varias piezas

- Cortar las berenjenas en rodajas finas, extenderlas sobre una bandeja o plato y echarles sal por encima para que "lloren". (Esto se hace para que luego la berenjena no amargue al comerla).
Cuando haya "llorado", se secan por encima las rodajas con papel de cocina y se les da la vuelta. Repetimos la misma operación.

Aquí podéis ver cómo "lloran" las berenjenas

- Una vez secas por ambos lados, las ponemos en la bandeja del horno y las rellenamos de la misma manera que las rodajas de calabacín.

También puedes mezclar las dos cosas y poner sobre la rodaja de berenjena ya rellena, otra de calabacín e ir alternando las rodajas hasta hacer una especie de lasaña.

Así quedaría la rodaja de berenjena rellena

Tú eliges.

Espero que te haya gustado esta receta. Al menos, es sencilla y económica. 

En otra ocasión te enseñaré otra de las recetas de calabacín relleno que hago. Seguro que también  gustará ;)

© LOS COLORES DE SYLVIA
© Textos, fotos e ilustraciones ©by Sylvia M.G.D