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jueves, 28 de julio de 2016

Un Poco Melancólica

Este fin de semana pasado he estado UN POCO ¡¡CHOFF!! y todo por culpa de haber escuchado unas canciones cuyas letras vinieron a mi memoria e hicieron rememorar viejos tiempos que tenía ya olvidados...
El viernes fue una tarde más de mi monótona vida.
Te puedes hacer una idea, supongo.
Llegas a casa, te cambias de zapatos porque LOS TACONES TE ESTÁN MATANDO después de llevar todo el día con ellos, te sientas unos segundos para descansar las piernas y beber un poquito de agua fresca, limpias un poco, recoges esto y aquello y ya tienes que salir zumbando a recoger a la peque que está a buen recaudo en casa de los abuelos (maternos, claro).
¡¡Ponte de nuevo los zapatos que aunque sean otros más cómodos, tus pies ya no tienen ganas de calzarse nada de nuevo!!

Como hacía muy buena tarde y corría algo de fresco, dentro de estos calores agobiantes que tenemos, nos dimos un paseo casi a la hora de cerrar las tiendas y ya aproveché para hacer unas compras y llenar un poco la nevera.
Nos compramos un helado y nos sentamos en un banco de la plaza mientras veíamos cómo unos chicos practicaban con sus monopatines saltando sobre unas escaleras.
De repente empezó a sonar música en directo.
Yo ni siquiera me había percatado de que casi enfrente de nosotras habían montado un escenario y sobre él estaba empezando a ensayar un grupo de rock.
Cuando quise darme cuenta mi mente se había evadido a aquella época de instituto, de conciertos con mis amigas y amigos, lo bien que nos lo pasábamos en las fiestas; los amores platónicos, imposibles...  
El grupo versionaba canciones de Miguel Ríos y aunque yo siempre he sido más de pop y de cantantes o grupos como Mecano, Hombres G, La Unión, Eros Ramazzotti, Miguel Bosé, A-haSpandau Ballet etc, ensayaron justo las canciones más pegadizas y que más me gustaban de él. (Te dejo los enlaces a sus páginas web).
Por aquellos años los discos costaban entre 600 - 700 pesetas. Bastante caros para mi bolsillo con la poca paga que me daban. Para mí eran artículos de lujo y tenía que estar ahorrando bastante si quería comprarme uno :(

Este disco lo tenía mi hermana, a ella sí le gustaba bastante creo recordar.

Y en un momento me vi inmersa en esa vorágine de recuerdos nostálgicos, de aquellos años tan felices en los que no tenía apenas problemas comparados con los que tengo ahora (o al menos no eran tan graves).
En aquellos años tan sólo tenía unas ganas tremendas de comerme el mundo y de saber qué me iba a deparar el futuro.
Tenía mucha fuerza, mucho ímpetu, estaba llena de vida y era muy luchadora pese a lo tremendamente sola que me sentía sin tenerte cerca para poder contarte mis problemas y que me consolaras. Os fuisteis tan pronto de mi lado...

¡¡Aayy!! Daría lo que fuera por volver a aquellos tiempos por unos instantes...
Volver a estar con vosotras, con tod@s mis amig@s de nuevo. Loli, Begoña, Gema (Jose y Ana)...

Llegué a conocer a gente fantástica: como a Víctor y Carlos (los mejores) en el concierto de Un pingüino en mi ascensor, a Esther mi compañera de instituto y a su hermano Jandro, a Prado, Bernardo y Javi (también compañeros de instituto), Toni, Pedro (Trumpet), Rober (ese heavy que se preguntaba cómo una pija como yo podía ser tan maja y llevarse tan bien con él :-D)...


Los recuerdos fluían sin parar y a una velocidad increíble mientras la música sonaba.
De repente empecé a sentir un enorme vacío en mi corazón, como si me hubiesen arrancado todos esos años de golpe y ya no quedase nada de aquello dentro de mí.
Me di cuenta de que por mucho que los añorase jamás podría volver a ellos y... LLORÉ.
Las lágrimas empezaron a rodar por mis ojos sin darme a penas cuenta y tuve que enjugarlas rápidamente para que mi hija no me viese y se preocupase.
Aunque fueron años duros para mí, sin duda fueron los mejores.

¡¡Aayy!!
¡¡Si pudiésemos elegir una vida a medida sería fantástico!!.
El caso es que yo en teoría la pude haber tenido pero por una serie de "catastróficas desdichas", como la película, fui viendo cómo todos mis sueños se fueron truncando a lo largo de los años por unas cosas u otras o por mucho empeño que le pusiera.
Alguien o algo posó su mano negra sobre mí para ir torciendo todos los caminos que la vida me iba ofreciendo; de esa manera el llegar a la meta fue tan dificultoso y doloroso. Y no digo: todas las oportunidades que la vida me ha ido brindando porque no me ha brindado ninguna, desgraciadamente.

Me atrevería a decir que esa meta  siendo real, factible y alcanzable para cualquier persona, en mis manos se ha ido convirtiendo en un espejismo, una quimera y a veces cuando he estado a punto de alcanzarla se ha evaporado como el humo.

Va a resultar que por no tenerle miedo en el cole "a la famosa mano negra" ha estado persiguiéndome toda mi vida para demostrarme "LO QUE VALE UN PEINE". Jajaja.
Me río ahora pero la verdad es que no me hace tanta gracia porque el recorrer constantemente un camino de espinos enfrentándote a la bestia a modo de "Príncipe Felipe en La Bella Durmiente" es agotador y hace que te plantees el seguir luchando.


El Príncipe Felipe enfrentándose a Maléfica.

...Pero pese a lo agridulce del momento, he de decir, que volviendo la mirada hacia donde está ella, mi niña, se pasan todos los males.
Cuando la miro olvido todos mis problemas y mi corazón vuelve a palpitar de alegría y tomo fuerzas de nuevo para seguir en pie.
Ella es mi estandarte y mi razón de vivir; lo mejor que me ha dado la vida y la que llena esos momentos tristes, de besos y abrazos.
Gracias a ella aguanto los momentos duros, los dolorosos; esos en los que ves que el mundo está en contra tuya y todo va mal.
La única que está a mi lado en las alegrías y en las penas, en lo bueno y en lo malo pese a su corta edad...
"ALGUIEN" debería tomar nota de estas últimas palabras, aplicárselas y asumir que cada uno de nosotros, y por edad, debemos ocupar el lugar que nos corresponde.

¡¡Madre mía, lo que me han dado de sí unas simples canciones.
Si me descuido escribo un libro con todo lo que he contado hoy!!.


-A veces y sólo a veces, me vence la tristeza por todas las cosas que mis hombros han de soportar, y callo.
A veces y sólo a veces, me vence la tristeza y tengo ganas de llorar.
Como no puedo porque está ella y he de ser fuerte, este blog será mi consuelo-.

© LOS COLORES DE SYLVIA
© Textos, fotos e ilustraciones ©by Sylvia M.G.D

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