Vacaciones Soñadas

Vaya calor hacía por los Madriles, así que para darle un aire más veraniego a la puerta de la entrada teñí un trozo de madera, hice un dibujito chulo, lo grabé a mano y lo decoré con conchitas y caracolas de las que cojo todos los años en la playa.

Adorno para puerta grabado y decorado a mano

¿Te gusta cómo me quedó?

A mis amigos y vecinos les encantó. Tanto que me tuve que quedar unas cuantas noches hasta bien tarde porque si nó no me iba a dar tiempo a terminarlos antes de que me fuese a la playita.

Aunque afortunadamente en casa no hace demasiado calor en el verano, no hay nada comparable con el agua del mar, el sonido del oleaje, la brisa marina y el contacto de la piel con la arena.

Cómo me relaja estar cerca del mar.

Qué pena que en Madrid no tengamos playas...

Lunes, 02-07-18

Por fin!! Ya estoy aquí.

Por fin llegaron las ansiadas vacaciones. Quién lo diría.

Disfruta del verano

Ya ha pasado un año y sin embargo parece un siglo desde la última vez que me mojé el culete en la piscina o en la playa durante dos o tres semanas seguidas. Qué gusto!!. Ahora es el momento de estar tranquilos y disfrutar de todos estos días de descanso. 

Los niños, como ya no tienen colegio pronto empezarán a "asalvajarse" un poco pero a la vez estarán más relajados y disfrutarán de sus merecidas vacaciones. 

Ya no tenemos que madrugar si no queremos.

Adiós al trabajo por unos días.

...Todos los años me levanto temprano, desayuno tranquila y me bajo a pasear por la orilla.

Recibiendo los primeros rayos de sol de la mañana

Voy siempre con mi toalla y una bolsa en la mano para ir llenándola de conchitas y caracolas. Mi hija, que generalmente baja conmigo, me ayuda a buscarlas y luego cuando tenemos muchas, las lavamos, extendemos las toallas en la arena y las ponemos por encima para verlas bien.

Cuando ya nos hemos deleitado un rato, las volvemos a meter en la bolsa, nos bañamos y nos tiramos tranquilamente una horita nadando y jugando en ese mar generalmente en calma.

Como mucho nos quedamos hasta las once u once y media a más tardar.

A esas horas ya empieza a apretar el sol de lo lindo y a ninguna de las dos nos gusta pasar calor en la playa.

Otro de los motivos para no quedarnos demasiado es que tengo cáncer de piel.

El año pasado me diagnosticaron un carcinoma en la nariz y lo que pensé sería una cosita de nada terminó con un injerto de piel.

Era más grande y profundo de lo que yo creía al principio y no esperaba que tuvieran que hacerme tanto.

Estoy contenta porque pensé que quedaría algo desfigurada cuando me miré en el espejo la cicatriz y vi ese trozo de carne que habían puesto en sustitución de la que habían quitado.

Entre la inflamación, los puntos y el injerto, parecía una boxeadora profesional y la verdad es que creí que me afectaría emocionalmente.

Con el paso del tiempo y después de quitar los puntos pude comprobar que los médicos habían hecho un buen trabajo porque a día de hoy tienes que fijarte mucho para ver que me ha pasado algo en la nariz.

Ese mismo día tuvieron que quitarme también unas cosillas que me salieron en la cabeza y el mes pasado han vuelto a operarme porque se habían reproducido de nuevo. Pero bueno, ya pasó.

Rezo todos los días para que no tengan que volver a intervenirme. Los dolores del post operatorio han sido horribles.

No entiendo cómo hay gente a la que le encanta pasar por el quirófano.

Si es necesario, no hay más remedio que hacerlo pero si no...

¡¡Quita, quita!!

Y retomando con lo anterior...

Cuando nos subimos de la playa pasamos antes por la piscina para hacer unos cuantos largos y aprovechar otro ratito.

A esas horas hay una parte en la que no da el sol y podemos seguir disfrutando de la temperatura refrescante del agua.

Después nos duchamos, cambiamos de ropa y bajamos a tomar un aperitivo.

Por la tarde volvemos a bajar a la piscina y cuando ya el sol está bajo y no calienta tanto, nos vamos a la playa a jugar y darnos un chapuzón de última hora.

Atardece en la playa

Solemos cenar pronto porque nos gusta salir a dar largos paseos por la noche. Unas veces lo hacemos por la orilla del mar y otras por el paseo marítimo.

Casi todas las noches nos comemos un helado. 

Apetece tanto y somos tan golosos...

Cuando sea mayor me gustaría poder retirarme a un sítio tranquilo donde ver muchos amaneceres y muchos atardeceres rodeada de un inmenso mar y poder sentir la arena bajos mis pies, la cálida brisa y el mecer de las olas.

De momento seguiré soñando en que al año que viene o en alguna ocasión especial, pueda volver a ver mi soñado mar.

Ahora tengo muchos días por delante para descansar y disfrutar de mi familia, poner en orden mis pensamientos y recobrar fuerzas para volver al trabajo y la rutina diaria.

Te deseo unas felices vacaciones y si quieres ver más fotos te recomiendo que me sigas también a través de Instagram.

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¡¡Nos vemos pronto!!

© LOS COLORES DE SYLVIA
© Textos, fotos e ilustraciones ©by Sylvia M.G.D